viernes, 3 de julio de 2009

Las peregrinaciones de la Inmaculada Concepción en Chinameca: una celebración centenaria

Chinameca es uno de los pueblos más viejos del sur de Veracruz, se llega a él por la carretera federal que va de Oteapan a Soteapan y colinda al Norte con los municipios de Pajapan y Mecayapan, al sur limita con Oteapan y Jáltipan, al este con Cosoleacaque y al oeste colinda con Soteapan y Soconusco. Ahí se lleva a cabo una de las festividades más antiguas de la región, que es la celebración de la Virgen de la Inmaculada Concepción y que se realiza cada año del último día de Noviembre hasta el 8 de Diciembre desde hace ya más de dos siglos y medio, producto de las cofradías y hermandades religiosas dedicadas a esta imagen que se establecieron tanto en Acayucan como en el pueblo de Chinameca -por ser los primeros cantones de la región- bajo la orden del Obispo de la diócesis de Oaxaca. Gracias a las cofradías estas fiestas estaban a cargo de un mayordomo que año con año se encargaba de coordinar las peregrinaciones, fandangos y rezos para la Inmaculada pero por causas de probables cambios en las formas eclesiásticas, estas desaparecieron.
Según la historia documentada, gracias al cronista Joseph Antonio Villaseñor y Sánchez refería en esta que en 1746 los vecinos de san Juan Tenantitlan –como antiguamente se llamara este pueblo- acudieron al favor de la purísima concepción sacando en procesión la santa imagen ante el azote de unas plagas de langosta que destrozaron los sembradíos de esta comunidad y que gracias a su intervención divina los pobladores se libraron para siempre de esa mala experiencia.
Cuenta la gente más vieja del pueblo que antiguamente Cástulo Pérez, jefe rebelde en la revuelta de 1916 en la sierra de Soteapan era su más ferviente devoto, a tal grado que arriesgaba su vida para poder estar presente en estos festejos decembrinos y poder obsequiar a la virgen de la inmaculada mantos muy lujosos que le traían desde México, que en ese entonces eran toda una hazaña tales recorridos y que muchas personas se dejaban venir desde lugares no tan cercanos, por ejemplo, algunos músicos jaraneros que llegaban a tocar desde el día 7 de Diciembre venían desde Comején, un pueblo perteneciente al municipio de Acayucan haciendo un día de camino a caballo y jarana, para poder tocar el fandango toda la noche y ya entrada la madrugada entrar a tocar a la iglesia algunos sones jarochos y a sí demostrar su devoción al a la Purísima. A finales de los cincuentas, debido a diferentes fenómenos sociales, entre ellos la industrialización del petróleo que trajo consigo personas de otros lugares con diferente contexto social y cultural y la entrada de otras doctrinas religiosas a la comunidad hicieron posible un gran debilitamiento en las actividades de las fiestas ya que la música de huapango que acompañaba la procesión de la virgen y posteriormente su velada, fue poco a poco reemplazada por música de viento de aires oaxaqueños y extinta en la casa de los padrinos que reciben la imagen religiosa. Ahora se realizan los fandangos gracias a labor de personas interesadas en recuperar esta tradición como parte de identidad cultural de Chinameca pero ya un poco alejados de su función original.
Esta festividad dura 8 días y empiezan desde el primer día con una actividad religiosa que consiste en sacar a “pasear” a la virgen de la Concepción por todo el pueblo pero de una manera organizada. Cada día le corresponde a dos casas de distinto barrio fungir como padrinos de rezo, es decir, las casas en donde se llevará a cabo el rezo dedicado a esta imagen religiosa. La madrugada del primer día se lleva a cabo la sacada de la virgen conchita o gachupina como le llamaban también los antiguos pobladores de la comunidad -actualmente ha perdido mucho peso éste término- y se lleva a casa de quien hace la petición hacia la iglesia de tenerla ese día, se hace el rezo de madrugada y en la tarde se devuelve de nueva cuenta a la imagen a la iglesia donde los padrinos de la otra casa ya están esperándola para realizar el respectivo rezo de la noche y devolverla en la madrugada del día siguiente donde a su vez, estarán los padrinos de la siguiente casa y así sucesivamente hasta que se devuelve por última vez a la iglesia el día 8 de diciembre donde se realiza la misa de acción de gracias y en honor a la patrona del pueblo. Los días últimos de esta actividad, principalmente el día 7 de Diciembre, por ser la víspera de la celebración, los sindicatos de taxistas y transportistas llevan a cabo su propia peregrinación para terminar ésta en la iglesia en la misa de acción de gracias recibiendo la bendición del párroco y agradeciendo ala virgen por un año más de trabajo y vida. Por otro lado, el ayuntamiento también aporta su parte contratando juegos mecánicos para el entretenimiento de toda la población y organizando el ya tradicional baile popular con grupos tropicales de diferentes lugares de la región.
Ya han transcurrido más de dos siglos y medio desde que el pueblo de Chinameca se puso bajo el patrocinio de La Gachupina, sustituyendo en esta función a San Juan el Bautista, su primer santo patrono. Sin embargo, en una muestra de arraigada religiosidad popular, Chinameca sigue congregando a los fieles de las poblaciones circunvecinas y vinculando socialmente a la comunidad de Chinameca.
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